Nuestras acciones en las redes sociales pueden afectar profundamente a otras personas, tanto positiva como negativamente. En el caso de la viralización de imágenes íntimas sin consentimiento, se puede causar daño emocional, psicológico y social a la víctima, incluyendo humillación, pérdida de privacidad y exclusión. También puede perpetuar dinámicas de violencia digital y ciberacoso ; esto resalta la importancia de actuar con empatía, respeto y responsabilidad en los entornos digitales.