Cuando no se está debidamente preparado para la ciudadanía digital, usualmente no se tiene conciencia del poder de alcance que tiene el internet, y al no conocer los peligros (que son muchos) del mismo; compartimos con otras personas, nuestra ubicación, datos personales, lugares de concurrencia, rutinas o como en el caso, fotos íntimas. Algo que uno nunca se imagina se puedan filtrar, aparecen en internet con gran repercusión.