Saber analizar y evaluar críticamente los contenidos que circulan en Internet, permite seleccionar y utilizar información confiable para tomar decisiones. Comprender que no existe nada neutro en la web, permite entender los límites de la privacidad en el espacio público. Saber cómo funcionan las redes sociales permite utilizarlas para promover el pluralismo, la inclusión y la diversidad.