No pueden ser consideradas ciudadanas digitales porque, aunque puedan tener acceso a la tecnología, aún desconocen cómo hacer un uso pleno y responsable de ella. La alfabetización digital no solo implica saber manejar dispositivos o aplicaciones básicas, sino también comprender cómo acceder, interpretar, y evaluar información de manera crítica, así como proteger la privacidad y seguridad en línea.