Un uso crítico de la tecnología les permite a los jóvenes acceder a una amplia variedad de información, evaluarla de manera objetiva y formar sus propias opiniones. En la era digital, la desinformación se propaga rápidamente. Al desarrollar habilidades críticas, los jóvenes pueden identificar noticias falsas, manipulación de la información y discursos de odio. La tecnología también plantea desafíos en términos de privacidad. Los jóvenes deben ser conscientes de sus derechos.