Por la huella digital que dejamos en internet, el algoritmo puede generar búsquedas, publicidades y apariciones de un montón de cosas que, según análisis previos, puede identificar de nuestro interés, ya sea que consumimos o que creemos y, de ese modo, por cómo consumimos lo que consumimos, quizás (o probablemente) mostrarnos información falsa de alguien que maliciosamente haya difundido falsedades.