Hay una relación directa, en la cual una influye sobre la otra: si es que desarrollamos una correcta ciudadanía digital en niños y adolescentes y estos la ponen en práctica, van a poder diferenciar con mayor facilidad y responsabilidad lo que es público y puede comunicarse, y lo que corresponde al ámbito privado, propio o de los demás, y como tal debe respetarse y no difundirse.

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