Los estudiantes deberían adquirir competencias en análisis crítico, verificar fuentes y contrastar información de distintos medios. Es clave enseñarles a identificar sesgos, verificar la autenticidad de los autores y usar herramientas digitales para comprobar hechos. Además, deben comprender el contexto de la información y las motivaciones detrás de su difusión, desarrollando un pensamiento reflexivo y ético frente al contenido que circula en línea.